Los despidos. Seguramente una de las partes más desagradables y conflictivas de una empresa o negocio.

Por norma general no traen más que problemas.

Por un lado nos generan una serie de gastos no previstos en forma de  indemnizaciones, finiquitos, abogados laborales, juicios, etc.

Por otro lado, el mal ambiente que se genera, dando lugar a rumores entre el personal, enfados con la dirección de la empresa, desconfianza y demás.

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Y por último, el trastorno de buscar a un sustituto, con el consiguiente esfuerzo en tiempo y dinero para seleccionar a un candidato suplente. Y lo peor de todo es que nunca sabemos si lo que vendrá será mejor.

Y depende del caso, puede ser absolutamente necesario. Si la persona a despedir es un incompetente total, sin ganas de trabajar o actitud negativa hacia la empresa o compañeros, el despido es inevitable.

 

Pero en muchos casos, el despido es consecuencia de un déficit formativo del empleado, algo que en la mayoría de los casos tiene solución.

 

Por tanto hay que permanecer siempre muy atentos a estos casos y atajarlos lo antes posible, de tal manera que el problema no crezca y desencadene en tensiones.

Porque hoy en día hay herramientas y recursos suficientes para mantener nuestra plantilla al día.

Y un trabajador que se encuentra inseguro en su puesto por falta de conocimientos no solo genera mal ambiente laboral, también puede ocasionar perdidas a la empresa.

Porque muchas veces la motivación y la actitud es un gran valor, pero debemos darle apoyo en formación.

De esta manera, ayudando a nuestros empleados a mejorar en el desempeño de sus funciones, obtendremos un doble beneficio.

Por un lado les estaremos dando las herramientas necesarias para que se sienta más a gusto en su día a día laboral, y esto directamente va a repercutir en la mejora de la empresa.

Y como hemos hablado anteriormente, es muy importante detectarlo a tiempo para que esa situación no desencadene en un problema efecto “bola de nieve” que acabe afectando a otros departamentos y convirtiéndose en un gran problema.

Una muy buena estrategia para evitar esos problemas de despidos por falta de formación es poner en conocimiento de tus empleados la posibilidad de formarse dentro de la empresa.

Existen ayudas por parte de la FUNDAE (Fundación Estatal para el empleo) para realizar cursos en las empresas a coste cero .

Y para realizar esos planes formativos lo mejor es contar con especialista que te asesoren desde el primer momento. Que te ayuden sobre la mejor manera de llevar esos planes formativos a tu empresa y que estos se desarrollen positivamente. de esta forma, irás mejorando o actualizando los conocimientos de tu plantilla y haciendo así más eficiente tu negocio. Además de evitar los tan incomodos procesos de despido.

Por otro lado, cuando un miembro del equipo mejora en sus tareas, se produce un efecto contagio con el resto del compañeros.

Se produce una especie de competición donde ningún miembro quiere quedarse atrás.

Y promoviendo este tipo de actitudes con una visión sana y positiva, estaremos haciendo mucho más competitiva nuestra empresa y asegurando de alguna manera la supervivencia de la empresa.

Imagínate además la satisfacción personal que puedes a obtener si como líder y directivo de un equipo humano consigues evitar el despido de un compañero por ayudarle a formarse.

Habrás ganado un  montón de puntos frente al resto de personal, y esto sin duda siempre beneficiara el funcionamiento de tu empresa.

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